Celebrar veinticinco años de misión en Guatemala no es apenas un hecho a ser celebrado, pero sí, es la voluntad de nuestro Dios Padre y Madre, compasivo y lleno de ternura, que siempre nos acompaña con su Divina Ruah, nos motivando y dando luces para enfrentar a cada día esa dura realidad que juntos vivimos con el pueblo.
Celebrar veinticinco años de vida y misión, siempre es también un acontecimiento alegre, donde somos invitadas hacer la memoria del pasado con profunda gratitud al Dios de la vida que nos orientó, nos acompañó, nos defendió de tantos peligros y nos fue indicando el camino por dónde deberíamos armar las estacas de nuestra primera tienda. Siempre es muy bueno recordar el origen de nuestra primera misión alén frontera a nivel de provincia. Estar aquí significó una verdadera transformación de nuestras vidas, en relación al sentido de la consagración religiosa. Fue una gracia iluminadora que movilizó toda nuestra vida misionera en el compromiso con los más pequeños y excluidos, conviviendo con ellos y como ellos, caminando con ellos y aprendiendo su idioma maya q’eqchi’.
Celebrar veinticinco años de una entrega con fidelidad al evangelio de Jesús de Nazaret, es volver a las fuentes de nuestra espiritualidad, rescatando y actualizando la frescura y la belleza de nuestro carisma original, para vivir con más intensidad y audacia profética en el hoy de nuestra historia.
Celebrar los veinticinco años de misión en ese país de la “eterna primavera”, es saber recoger la tradición luminosa de nuestras primeras hermanas, y actualizarla de forma creativa, dinámica, osada y profética para los días de hoy.
Celebrar el camino misionero hecho en estos veinticinco años, es saber retomar y profundizar juntas la fuerza de nuestra espiritualidad, para que seamos coherentes con el compromiso de transformación, que exige nuestra realidad, dónde los pobres y excluidos gritan cada día más fuerte, por la justicia, por la inclusión y por el derecho a comer un plato de comida los tres tiempos.
Tengo muy presente lo que dijo el Papa Francisco, el año de la Vida Consagrada: “Sed, pues, mujeres de comunión, háganse presentes con decisión aí donde hay diferencias y tensiones, y sed un signo creíble de la presencia del Espíritu, que infunde en los corazones la pasión de que todos sean uno. Vivan la mística del encuentro: la capacidad de escuchar, de escuchar a las demás personas”.
Celebrar nuestros veinticinco años de presencia en este país multicultural, multiétnico y multilingüe, es reafirmarnos en nuestras vidas y en nuestros corazones, aquellas humildes, sabias y profundas vivencias de nuestras primeras hermanas, para que, impulsadas por su mística y su vigor misionero, podamos hoy vivir más plenamente la aventura, la pasión y la entrega de nuestro ministerio junto a los empobrecidos, los preferidos del corazón de Dios, y en la defensa de nuestra madre Tierra.
Comentários
Queridas hermanas!
Con el corazón lleno de alegría nos sumamos a esta hermosa celebración, a esta imensa gratitud por mano tan amorosa que las há conduzido y sostenido en esos 25 años de misión!
Bendecimos por tanto suelo que han pisado, tantas manos que han apretado, tanta alegría que han compartido, por todo llanto, toda historia de sufrimento que han escuchado, por todo consuelo y fuerza que han brindado a este pueblo lindo y resistiente, solidario y compañero.
Gracias por el testimonio de servicio incansable, de sensibilidad a los gritos del pueblo, por su osadía misionera, por su acogida tierna y alegre, por la entrega sin reservas.
Que esta celebración jubilar les renueve el vigor, las fuerzas y el encanto de la misión. Que el Señor torne fecunda toda la labor de sus manos!
Felicidades! Un abrazo cariñoso
Buenas Noches.
Si, que alegría siento de poder ter colocado mi granito de arena en estos 25 anõs de misión con el pueblo de Guatemala.
Felicitaciones a todas las hermanas que escribieron esta história dando su trabajo con tanta dedicación y carinõ con este pueblo.
Al Dios que nos ha regalado llegar hasta aqui, gracias mil gracias !
A todas ustedes, mis saludos y felicitaciones
Abrazos de Paz y Bién.