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14 Outubro 2025
Educación en la Perspectiva del Carisma Franciscano

 

Felicitaciones a nuestras fundadoras, primeras Maestras. Educadoras de paz, esperanza, ternura, misericordia y caridad. Como educadora y gestora escolar dedico a todas las hermanas jubilares de nuestra Congregación, estas humildades palabras llenas de experiencia y vida diaria en educación. A las futuras jóvenes educadores,semillas de transformación en sus manos, corazones y mientes pasaran niños y jóvenes que con vuestra convivencia buscan ambientes sanos de amor, escucha y reconstitución personal y familiar. Hagan de la educación un camino de inserción en el mundo actual.

Presentamos a seguir algunas características de una educadora(o) para los nuevos tiempos.

1. Es un líder en su comunidad educativa y en su campo de especialización. Se compromete con el éxito académico y el desarrollo personal de sus estudiantes, y fomenta su curiosidad e innovación a través de enfoques de enseñanza activa y colaborativa.

2. Comunicador efectivo, sabe cómo interactuar con sus estudiantes de manera respetuosa y constructiva. También tiene habilidades para la resolución de conflictos y para el manejo de situaciones difíciles en el aula.

3. Habilidad para fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas en sus estudiantes. Sabe cómo crear un ambiente de aprendizaje que sea inclusivo y que motive a los estudiantes a participar en la exploración de temas importantes y relevantes para su vida cotidiana.

4. Entiende que la educación no solo se trata de transmitir conocimientos, sino también de fomentar valores como la empatía, la justicia social, la tolerancia y el respeto por la diversidad cultural y otros.

5. Habilidad para adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje: Los estudiantes aprenden de manera diferente y el educador debe ser capaz de adaptarse a sus necesidades individuales y crear un ambiente de aprendizaje que permita el éxito de todos los estudiantes.

6. Fomento de la creatividad. Los educadores deben ser capaces de fomentar la creatividad en sus estudiantes y crear un ambiente en el que los estudiantes se sientan seguros para expresar sus ideas y desarrollar su pensamiento creativo.

7. Capacidad de evaluar el aprendizaje de una manera justa y efectiva, utilizando diferentes estrategias y herramientas de evaluación para medir el conocimiento adquirido.

8. Colaboración otros educadores para trabajar en equipo con otros educadores y compartir conocimientos y recursos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes.

9. Los educadores deben estar actualizados en el uso de la tecnología y ser capaces de integrarla en el aula de manera efectiva para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.

10. Fomenta y desarrolla la resiliencia: Los educadores deben ser capaces de ayudar a sus estudiantes a desarrollar habilidades de resiliencia para que puedan enfrentarse y superar los desafíos en mundo moderno.

Mediante estas características anteriormente mencionadas, como Franciscanas nuestra enseñanza es una Pedagogía de: La Mirada, Del Encuentro, La Alegría y la Celebración, La Vida Cotidiana, La Solidaridad, El Mundo como Morada, La Libertad y los límites, La Paz

Adentramos este tema profundizando los puntos previamente mencionados:

1. Minoridad: Es un valor, una virtud evangélica, que encuentra en Cristo el modelo y en Francisco un seguidor fiel. Minoridad es una opción de fe, de amor, de servicio a la Iglesia y al mundo;Educar a la persona superando el individualismo, creando fraternidad y convivencia familiar y social sana, basado en el amor que viene de Dios;

2. La Fraternidad: Es una actitud de encuentro y diálogo, es comunión divina y humana a un tiempo. Es vida más que una estructura; es el lugar y la «forma de vida» que propicia el encuentro y el diálogo con los otros, como una tarea común asumida ante Dios y no ante una ley.Los escritos de Francisco nos ofrecen, expresiones concretas de fraternidad, es decir, manifestaciones de la misma en distintas dimensiones de la vida que le dan un matiz al carisma franciscano. Se pueden distinguir algunas características que configuran a la fraternidad según la espiritualidad franciscana: La igualdadFrancisco quiso una Orden compuesta por hermanos, sin distenciones; La reciprocidad. Si leemos con atención sus escritos, notaremos que, cuando se refiere a las relaciones entre los hermanos, emplea con mucha frecuencia expresiones como mutuamente, recíprocamente, unos a otros, entre sí. «Que en señal de recuerdo de mi bendición y de mi testamento siempre se amen recíprocamente» (TestS 3). La subsidiaridadla cual a su vez se basa en la confianza mutua. «Y manifieste confiadamente el uno al otro su necesidad, para que le encuentre lo necesario y se lo suministre» (1 R 9,10), como lo harían con la propia madre. Según esto, la fraternidad como actitud es sentir la necesidad del otro y acudir con prontitud a remediarla, saber manifestar con simplicidad al otro la propia necesidad; La misericordia es otra nota distintiva de la fraternidad franciscana. Francisco sabía muy bien que uno de los mayores obstáculos para la comunión fraterna procede de la debilidad moral del ser humano frente a los demás. El franciscano no debe hacer ni decir nada malo contra los otros, no debe calumniar, ni litigar, ni juzgar, ni condenar a ninguno, a pesar de que sufra evidentes persecuciones (cf. 1 R 5,13-14;  2CtaF38). La verdadera caridad lleva a profesar al hermano ausente un amor semejante al que le expresa en su presencia (cf. Adm 25), pero, sobre todo, se manifiesta a través de la misericordia frente a sus debilidades espirituales (cf. Adm 28,1). Por ello, los hermanos «deben guardarse de airarse y conturbarse por el pecado de alguno, porque la ira y la conturbación impiden en sí y en los otros la caridad» (2 R 7,3); al contrario, deben ayudar de la mejor forma posible al que ha pecado, especialmente a través de la corrección fraterna (cf. 1 R 5,3-6). La alegría. «Y cuídense de manifestarse tristes externamente e hipócritas sombríos; sino que se manifiesten gozosos en el Señor (cf. Flp 4,4), y de buen humor y convenientemente agradables» (1 R 7,16). En Francisco su alma juglaresca, su amor a la vida y a lo bello, pero y su convicción de poseer el Espíritu del Señor, lo llevaban a comunicar a los demás el gozo que inundaba su alma.

3.La humildad: En la vida de Francisco se plasma en diferentes movimientos: humildad ante Dios, pobreza espiritual; humildad ante uno mismo para conocerse verdaderamente; y humildad con los otros. La espiritualidad franciscana es interpelación que nos invita a afrontar la vida y nuestras dificultades y posibilidades desde un profundo sentido de la conciencia de nuestra verdadera limitación.

4. La solidaridad: Francisco encuentra en Dios el sumo bien. El regalo de Dios se convierte en empeño a favor de los otros, nos hace ser mensajeros de la paz y el bien. Poder anunciar a cada hombre y a cada mujer que “Tú también eres amado por Dios” y no sólo decírselo, sino plasmar con nuestro comportamiento una solidaridad humana que le permita comprobarlo.

Continue lendo a reflexão no anexo

Informações adicionais

  • Fonte da Notícia: David Santiago Polanco Buitriago: estudiante de Cuarto Medio 2025.Escuela Particular Avenida Recoleta-Santiago Chile. Hermana Dulcemari Ruviaro: Miembro de la Equipe Gestora del presente colegio.