Depois de 18 anos bem vividos no Chile, em três comunidades diferentes, com atividades diversas, mas especialmente dedicada aos migrantes, chegou o momento de fazer a Deus a entrega de tudo o que foi possível realizar e aceitar com humildade.
Hoje, com os limites da idade e exigências da saúde, parte para outras terras. Foi assim que, devido à situação de saúde, Irmã Nilsa precisou dar este passo e aceitar ser transferida na Irmandade Nossa Senhora de Nazaré, Curitiba, para dar continuidade ao tratamento e conseguir sua completa recuperação.
Esta decisão foi surpresa para muitos com quem Nilsa se relacionava, seja na Paróquia Italiana, seja aqui na Comunidade Inmaculada Concepción. O motivo desta saída rápida, foi devido a uma queda que teve em casa, onde fraturou o fêmur, e foi submetida a uma intervenção cirúrgica. Após um mês de cuidados, o médico liberou-a para viajar e continuar os tratamentos no Brasil.
Houve dois momentos significativos de despedida. La paróquia Italiana, onde cada “cultura” quis prestar-lhe uma homenagem (vieram buscá-la de ambulância). Irmã Lurdes Favretto a acompanhou e pode perceber que ambiente Nilsa viveu, praticamente 18 anos.
Outro momento de despedida se deu aqui na comunidade Inmaculada Concepción, com Missa concelebrada, com um rito de envio, uma homenagem bem carinhosa, muitos aplausos e um momento de confraternização com toda a comunidade.
Acrescentamos aqui, as palavras ditas por um dos “ministros” da comunidade Juan Gonzalo Rojas:
“Queridas Hermanas y Hermanos. Dios hoy nos bendice con esta Eucaristía que acabamos de vivir juntos como hijos de un mismo padre y en comunidad.
A través del tiempo Dios ha bendecido este comunidad, con grandes personas que han sido luz de Dios entre nosotros, generosos, dedicados, humildes, estas personas siempre han sido ejemplo de fe, con suestilo de vida, con su testimonio, con su trabajo y dedicación, que, muchas veces pueden parecer inadvertidos, sin embargo, silenciosamente se han transformados en pilares que sostienen y conducen la comunidad hacia Dios.
Han sido muchos sacerdotes, diáconos, y religiosas que han apoyado el crecimiento de nuestra fe en el Señor, han compartido nuestra vida comunitaria.
Fue aproximadamente hace 16 años, que Dios nos bendijo con las tres primeras religiosas franciscanas brasileras, las hermanas Claudia, Nilsa y la hermana Marisa. Ellas llegaron primero al pueblo de Batuco (1999), luego a San Bernardo (2001/2) y el año 2003 se establecieron definitivamente en la comunidad de Inmaculada Concepción.
Hermana Nilsa, como no recordar tantas Misas, tantas noches buenas donde compartía sus dulces y su rico queque de zanahoria, tantos rosarios, tantos meses de María, tantas actividades que compartió con el Adulto Mayor y con otras catequesis, siempre disponible y tanto trabajo con los migrantes, porque para quellos que no lo saben la hermana Nilsa trabajó además en la Parroquia Italiana, enseñando y entregando las herramientas a muchas personas a poder valerse por sí mismos y encontrar trabajo.
Hermana Nilsa, sabemos que este martes se va a Curitiba, Brasil, y se va a encontrarse con las hermanas Claudia y Marisa y continuará trabajando para la obra de Dios con los ancianos que necesitan mayor cuidado.
Querida hermana Nilsa, queremos que se lleve el amor de esta comunidad agradecida por los años que compartió con nosotros. Que Dios la bendiga hermana y que María la cuide con su manto. No la olvidaremos nunca.
Gracias, Hermana”.
Comentários