Con este lema celebramos los 60 años de CONFERPAR – Conferencia Nacional de los Religiosos del Paraguay. Estuvimos reunidos en los días 09 a 11 de julio en Asunción, PY para celebrar la 60ª Semana de la CONFERPAR. Es el Encuentro Nacional de los Religiosos y Religiosas del Paraguay, donde comparten momentos de oración, reflexión y celebración.
“Los desafíos que interpelan la vida de los religiosos y religiosas en el contexto actual”, fue el tema principal de este encuentro anual. Este año contó con la presencia del Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólicas. El cardenal nos brindo con una linda apertura afirmando que “Estamos aquí para profundizar el camino de nuestra consagración… Queremos ver lo que tenemos en común y las otras cosas que debemos cambiar”. Habló también que este encuentro es un proceso sinodal, importante para reconocer que una persona sola no posee la verdad del verbo, pero que todos juntos descubrimos la verdad. Mencionó, además “Quiero vivir este momento con ustedes con humildad e intensidad. El papa Francisco, con su mensaje y sencillez nos enseña a dejar de ser el centro e ir a las periferias y poner a Dios en el centro”.
Bromista y alegre el cardenal, animó tres Conferencias, apuntando algunos desafíos para los consagrados: a) La formación – afirmo que se está trabajando muchísimo para la transformación de la formación y que es necesario recuperar al humano, los afectos, la sexualidad .Tenemos que cambiar la relación autoridad/súbdito. La relación hombre-mujer, no puede más ser defensiva, sino más integrada, profunda y completa de ambos lados. b) La crisis vocacional – dijo que es necesario tener autenticidad de vida. Más que las vestes, hay que tener un núcleo enorme de fe. Y volver al esencial. Muchas cosas de la tradición, de la cultura pasada ya nos sirven más. Se necesita encontrar los valores del Evangelio, recuperar la Parusía. Contar la experiencia que tuvimos con el Señor. c) Espiritualidad – es necesario dejarse conducir por el Espíritu… no puede caer el carisma esencial de los fundadores. Necesitamos mirar las maravillas que Dios ha hecho por medio de los consagrados; d) El celibato – confirmo que para la Vida Consagrada, el celibato es fundamental porque es uno de los pilares: pobreza, castidad y obediencia, pero no son mandamientos, son proposiciones, son consejos evangélicos. Hay que descubrir el valor de ser llamado a eso. e) Abusos sexuales – nos explicó que el papa quiere transparencia, quiere responsabilidad. … aunque fuera un caso de abuso en la Iglesia, eso debe ser aclarado… f) Vida comunitaria – los religiosos necesitan “ser expertos en comunión”. “Vosotros son escuelas de comunión”. Las “fofocas” o chimes son el terrorismo de la vida comunitaria, porque destruye al otro sin encontrarlo. Necesitamos andar por el camino de la caridad, porque la perfecta alegría tiene necesidad de hermanos y hermanas.
La semana de la CONFERPAR también fue organizada con paineles sobre la realidad nacional Paraguaya y la realidad de la cultura juvenil en Paraguay. Tuvo seis talleres a partir del Horizonte Inspirador de la CLAR.
La participación de esta Semana de CONFERPAR nos permitió ver el testimonio profético de la Vida Religiosa Consagrada junto a los excluidos y en las periferias existenciales del Paraguay, especialmente junto a los indígenas, los afectados por las inundaciones, los migrantes, los jóvenes y los campesinos. Nos animó a continuar la misión como María nos pide: “Hagan todo lo que Él diga”. “Ya es la hora!”.