“Ser misioneras en estas tierras sagradas tan lejanas es siempre motivo de mucha alegría, osadía y compromiso.”
El Distrito de ECHARATI con su Capital del mismo nombre; está ubicada físicamente en la Zona Noreste de la Provincia de la Convención, en el Departamento de Cusco, ubicado en la Selva Alta o Ceja de Selva, la cual conforma gran parte de la amazonia Peruana. Se caracteriza por el cultivo del cacao, café, cítricos y otros. Otra característica fuerte es su expresión cultural a través de la música, ritos, danzas y bailes, que expresa su manera vivir y ser. Cuenta con una población aproximadamente de 38.000 mil habitantes, pertenece a la Jurisdicción eclesiástica del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado - Madre de Dios.
Nosotras las hermanas, pertenecemos a la Parroquia Inmaculada Concepción de Quillabamba, situada a 35 Km de Echarati. É atendida por nuestros hermanos Frailes Dominicos y Cuenta con 52 comunidades Cristianas Campesinas, de las cuales 12 pertenece a Echarati.
Para la atención de las celebraciones Eucarísticas y sacramentos, en la ciudad vienen los padres una vez a la semana por los domingos. Para las demás comunidades se elabora un rol de misas y visitas pastorales una vez al mes. Lo que genera una atención pastoral muy limitada, especialmente con respecto a formación de líderes.
La población en general viene atravesando un periodo de transición muy difícil, resultado del nuevo contexto liberal, que comprometió las organizaciones sociales, las comunidades Cristianas Campesinas, tornando débiles y sin nuevos líderes. Una vez que la formación y la responsabilidad de las bases quedó en un segundo plano.
Y nosotras Hermanas Catequistas Franciscanas llegamos a esta realidad en el dia 23 de marzo del año 2013. Desde este momento sentimos que Dios nos ha llamado en medio de este pueblo y cultura, para ser como misioneras, una presencia de esperanza y vida, apoyar en la evangelización, en la formación humana y luchar juntos en defensa y cuidado de la vida.
Nuestros pies y nuestros corazones han tocado una tierra y una realidad cultural muy diferente. La escucha, el conocimiento, el silencio, la mirada y el acercamiento, fueron la fuerza y la grandeza del espíritu creador acompañando paso a paso de nuestro caminar en medio de este pueblo. Sintiendo la realidad, hemos sido llamadas desde el Evangelio para convertirnos y ser portadoras de esperanza, especialmente entre los preferidos de Dios y con ellos luchar por una vida digna y justa.
La metodología de trabajo, desde sus inicios fue "ver, escuchar y respetar el ritmo de la gente". Y nuestra misión, siempre tuvo como objetivo valorar y luchar por la vida y la dignidad del ser humano.
En la Fraternidad somos tres hermanas, Lucineia Silva de Lima, Maria Poffo y Najila Pereira da Silva. Ambas naturales de Brasil.
Algunos puntos significativos de nuestra misión:
- La acogida en nuestra casa, de todas las personas que se acercan.
- Acompañamiento en las Comunidades Cristianas Campesinas a través de visitas a familias, celebraciones de la palabra, encuentros de formación y capacitación, para fortalecer su fe y la vivencia profunda de la Eucaristía teniendo como ejemplo las primeras comunidades cristianas.
- La organización de la liturgia por parte de grupos y entidades que existen dentro de la ciudad, dando así un sentido más participativo en las celebraciones eucarísticas.
- Visitas a los enfermos y ancianos, llevando la palabra de Dios y buscando alternativas para ayudarles en sus necesidades.
- Acompañamiento en escuelas una vez a la semana, apoyando a los profesores en el área de religión, recuperando valores evangélicos.
- Encuentro de formación con niños y jóvenes en sus respectivas Catequesis e Infancia Misionera, para ayudarlos a tener una experiencia de encuentro personal y comunitario con Jesucristo.
- Acompañar y fortalecer las diversas celebraciones de la religiosidad popular de las comunidades, potenciando el sentido Cristiano para rescatar valores.
- Tentativas de trabajos artesanales y reciclaje, creando conciencia de que está en nuestras manos la responsabilidad de cuidar y preservar "nuestra casa común".
- Presencia y acompañamiento en las celebraciones de cuerpo presente, sepelios, octavo día y cumpleaños de los fallecidos. (Para esta cultura estos momentos son muy importantes).
- También estamos en las comisiones pastorales de la Parroquia y del Vicariato.
- Participamos de la CONFER (Conferencia de Religiosas y Religiosos del Peru), del Alto Urubamba. Lo que nos motiva a vivir nuestra Consagración con la mirada siempre fija en el Señor de la vida, El que nos llama y envía en Misión.
Ser misioneras en estas tierras sagradas tan lejanas es siempre motivo de mucha alegría, osadía y compromiso
Todo lo que hacemos por más simples que sean, siempre será un aprendizaje, un tiempo para cambiar la mirada y aprender a abrir los ojos, los oídos y el corazón y despertar el discipulado que está dentro de cada una de nosotras.
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