“Ser parte de un proceso de transformación en la vida de las comunidades aunque han tenido sus límites, es muy esperanzador!”

Yo Hermana Gabriela Lourdes, guatemalteca, vivo em la comunidad de Guajito, estoy aquí entre montañas y volcanes, entre esperanzas y desafíos, entre alegrías y clamores…

Mi corazón es agradecido a la Divina Ruah, por su fuerza, luces, alegría, sabiduría y esperanza que me da, para poder estar entre mi pueblo.

Trabajar en la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC), tanto de CONFREGUA, como de Familia Franciscana, me ha dado la oportunidad de tocar diferentes realidades que vive el pueblo de Guatemala,  experiencias que también alimentan mi vocación misionera.

Acompañando a las comunidades en defensa de la Madre Tierra, conocer el proceso que viven en estas resistencias, también es una fortaleza que anima mi caminar vocacional. Creer, que aún en las adversidades Dios acompaña siempre a su pueblo. Eso es lo que las personas sienten y creen en su lucha por la vida desde su sencillez y sabiduría.

Llegar a diferentes comunidades con talleres formativos socio ambientales, de migración, trata de personas, formación política y ciudadana, llena de alegría ser parte de un proceso de transformación en la vida de las comunidades que aunque han tenido sus límites, no deja de ser esperanzador.

El acompañamiento desde la fe, en el proceso de crisis socio política que atraviesa el país, también ha sido una oportunidad para fortalecer mis opciones como Mujer Consagrada al proyecto de Jesús de Nazaret, donde tener una postura clara en favor de la Vida es significativa y contundente.

Creo firmemente que esta bella experiencia de misión que vivo, no tendría sentido si no surge del Amor que nos amó primero, gracias también a la fraternidad con las hermanas que me animan, enseñan y acompañan en cada lugar y espacio a donde voy como Hermana Catequista Franciscana.

Jesús de Nazaret, gracias por invitarme a formar parte de tus discípulas misioneras, quiero ser fiel a la misión que me confías. Que tu pasión por la vida me acompañe siempre y me enseñe el camino de la verdad, la justicia, el amor, la alegría… que pueda gastar mi vida por la causa del Reino de Dios. Así sea!!