¡Celebramos muy agradecidas al Dios de la Vida, que estuvo siempre con nosotras en estos 25 Años de caminada misionera, en esta Tierra Sagrada!
Con júbilo, el 28 de octubre, celebramos nuestra presencia y misión, con una celebración Eucarística con la presencia de Monseñor Julio Edgar Cabrera Ovalle, sacerdotes y liderazgos de las diferentes comunidades, que nos han recibido y acompañado a lo largo de estos años.
En su homilía, Monseñor recordó con emoción que, el año 1992, recibió a las hermanas Rosali Paloschi e Terezinha Pacheco, que en aquél momento estaban conociendo las diferentes realidades del país, y que al final, optaron armar a su tienda (champita), en la diócesis de Quiché, más precisamente en Ixcán, al norte del país que, en el tiempo de la guerra, esta región fue la más afectada, donde hubo muchas masacres de comunidades indígenas con inúmeros catequistas mártires.
En esta celebración también contamos con la presencia de la directiva de CONFEGUA, (Conferencia de los Religiosos/as de Guatemala) que estaba muy agradecida por nuestra contribución a la vida religiosa de este país y toda entrega a este pueblo. Las primeras hermanas que aquí llegaran, fueron al encuentro de la vida, así como nos recuerda hoy la CLAR.
Celebramos muy agradecidas al Dios madre y padre, corazón del cielo y de la tierra, por la presencia y por la vida donada de cada hermana que puso sus pies en esta tierra de Mártires, para defender la vida, al servicio del Reino de Dios.
¡Alabado sea mi Señor, por las comunidades, pueblos de diferentes etnias, con sus valores, dones y culturas que nos han enseñado a reconocer en ellos, las Semillas del Verbo!
Con gratitud, hicimos memoria del camino recorrido en estos 25 años de historia, tejido con cariño, alegría, simplicidad.
Por la gracia de Dios, la misión fue extendiéndose y hoy, recogemos, agradecidas, los frutos estando presente en tres departamentos: barrio de Guajitos - capital, San Luis Jilotepeque - Jalapa y Pueblo Nuevos Viñas - Santa Rosa.
Hoy somos muy felices con la presencia de las hermanas Margarita, Gabriela y la postulante Floresdelia, hijas de esta tierra, que se comprometen a vivir con nosotras el carisma francisclariano.
Que Dios las bendiga, junto a las Hermanas: Olga Ferreira, Lourdes Tereza Crestani, Cremilda Borghesan, Edite Nardelli, Maria Fiamoncini, Cleria Ferreira, Terezinha Pacheco. No podemos dejar de mencionar las Hermanas: Marilete Rover, Adriana Nones y Ana Maria Demo, que aquí estuvieran con tanto amor y dedicación.
Con la presencia querida de nuestras hermanas de Brasil: Zenir Busarello, Rosali Paloschi y Lucia Gianesini, sentimos muy presente toda sintonía, apoyo y cariño de las hermanas de la provincia y Congregación.
Aprovechamos para compartir también la belleza de la celebración que ocurrió en el día 09 de agosto pasado, en la parroquia de Guajitos, con la presencia de los diferentes grupos y pastorales, donde con sonido festivo de la marimba y danzas, el compartir de comidas típicas, expresaron la gratitud y la alegría por la presencia de nuestro carisma junto al pueblo y comunidades.
Esta celebración aconteció en esta fecha, porque fue exactamente el 09 de agosto de 1992, que las dos primeras hermanas pisaron con reverencia esta tierra, atendiendo a un compromiso de la Congregación, cuando cumplía 75 años de fundación y por estar cumpliendo también, 500 años de presencia del Evangelio en nuestra Latino América.
Esta misma celebración de acción de gracias se realizó también en las parroquias de San Luiz Jilotepeque y Pueblo Nuevo Viñas con mucha participación de las comunidades.
Para finalizar, queremos decir que nosotras, las hermanas catequistas franciscanas, como discípulas - misioneras de Jesucristo, seguidoras de Clara y Francisco de Asís, e inspiradas por nuestras fundadoras, somos convocadas a cada día: a ver, oír, sentir y acoger el gemido de los pobres, el grito de la madre tierra herida, y el clamor por la justicia y por la paz, aquí en esta “tierra de mártires”, porque es nuestra misión, nuestro compromiso con el Reino de Dios!
Comentários
Que el Señor de la Historia las siga guiando por los caminos de los pobres, al encuentro de vida herida y aplastada.
Dios las bendiga por estes 25 de historia escritos con generosidad osadía,pasión por el pueblo, pasión por la vida.
Un abrazo