Con inmensa alegría, envío este informe de mi experiencia con la joven simpatizante, Talía Marlene Cabral Barzala que estuvo conmigo del día 03 hasta el día 31 de marzo de 2020. Fue una buena compañera, servicial, alegre, trabajadora y delicada.

Ella es de mucha oración. Rezamos muchas veces juntas, en la mañana reflexionamos la Palabra de Dios y en la noche rezamos el rosario.

Trabajamos juntas en la limpieza de la casa y me ayudó a hacer jabón [sabão] para nuestro uso y también para vender. Talía realizó esto trabajo con mucho cariño y ella ofrecía a la gente la venta del jabón líquido y conseguimos vender un total de 100ml. Eso nos ayudó mucho en la economía.A los sábados hacía torta [bolo], muy sabrosa, para nosotras.

En la noche realizaba sus tareas de la Universidad y los trabajos del grupo para entregar. Ella cursa el cuarto año de Ingeniería Comercial. Ahora con el receso por la pandemia continuará en el 2021. Talía es muy estudiosa, inteligente, capaz y además, tiene un amor muy grande por las Hermanas Catequistas Franciscanas.

El 30 de marzo le llamó su mamá para ir a cortar ladrillos en la olería de la familia y así ayudar a su hermano ya que su papá se lastimó un brazo.

Capitán Miranda, Itapúa/Paraguay.

La olla popular realizada en la comunidad Virgen de Fátima, en la Ermita.

Nuestras actividades de la olla popular son muy semejante al gesto de la multiplicación de los panes, por Jesús. Las personas y familias que ya no tienen o que comer, piden socorro y ayuda en esta situación difícil.

Nos reunimos con los miembros de la comunidad y decidimos cocinar para los más necesitados. Recibimos ayuda de la gente para atender los que pasan mucha necesidad, hambre y sin un pedazo de pan.

Sentimos el latido en nuestros oídos el mensaje de Jesús Mt 14,6.

Empezamos y fue con cara y corazón con los líderes, coordinadora de Virgen de Fátima en la Ermita. Enfrentamos con entusiasmo y nos movemos y así hicimos la comida en olla popular. Realizamos esto con la gente de buen corazón. Yo me emocione con la generosidad de las personas. Es hermosa la realización de esta actividad caritativa.

Confiamos y creemos en la Divina Providencia, es sorprendente como nos llegan los víveres para realizar la comida.

El Supermercado Las Estrellas, por intermedio de la señora Irene Frickelo, nos envía entre 20 a 40 kg de pollo ya cortado, 5kg de tomate, 5 kg de arroz y 3 kg de cebolla. Es una colaboración admirable. E así cada día, confiamos en la Divina Providencia y nos llegan colaboradores, con víveres y mano de obra.

En el comienzo de nuestra actividad la señora Ilone Muller, catequista y simpatizante, muy alegre y dedicada, carneo un chancho [porco], la mitad donó para la olla popular y también trajo alimentos para la gente que trabaja.

Hemos distribuido alimentos a 100 a 120 personas carentes, por día que llegan con sus sonrisas, con los envases, llevan los alimentos para saborearlos y agradecen muchísimo cada vez que reciben la comida para sus familias.

Señor Francisco Zarza, orden seglar de San Francisco de Asís, verdadero hermano, ayuda muchísimo, responsable de traer la leña, prender el fuego y traer el tatakua [forno à lenha].

Señora Yolanda Guerrero, coordinadora de la comunidad, se dedica de cuerpo y alma sin medir sacrificios.

Hermana Catalina Brizuela – Capitán Miranda/PY